Por Centro de Espiritualidad
En Valparaíso, bajo el lema “Dejémonos Reconciliar: Camino bíblico de la reconciliación comunitaria", se llevó a cabo el Retiro Provincial, entre el 12 y el 20 de enero, organizado por el Centro de Espiritualidad y acompañado por el P. Guillermo Acero cjm, sacerdote eudista, biblista y actualmente, Rector del Seminario San Toribio de Mogrovejo en Lima, Perú.
El Retiro, contó con la participación de 24 hermanas de la Provincia Bolivia/Chile de manera presencial, además de nueve hermanas de la Congregación de las Hermanas de Cristo, con quien compartimos la espiritualidad Eudista. De manera virtual, se sumaron también 18 hermanas de las Provincias de Centro América, Ecuador, Colombo-Venezuela, Argentina-Uruguay y Bolivia/Chile, quienes pudieron interactuar con las hermanas que se encontraban de manera presencial.
Durante los ocho días de oración, reflexión e intimidad con el Buen Pastor, las hermanas tuvieron la oportunidad de profundizar en el proceso personal, comunitario y social de la reconciliación. El retiro contó con un itinerario dividido en tres etapas, la primera les invitó a mirar la reconciliación desde la relación con el cosmos y la vida social. La segunda, desde una mirada más comunitaria y la tercera desde las implicancias que este proceso de reconciliación tiene para cada una de ellas desde una óptica más personal.
El Retiro, desarrolló un programa establecido para cada día, comenzando con una oración comunitaria guiada por el CEBP, posteriormente un punto de reflexión, luego Eucaristía de medio día, un punto de reflexión por la tarde y un espacio de adoración al Santísimo. Cada día las hermanas contaban con momentos libres para su meditación personal en las dependencias de la casa. En tanto, el jueves 19, se llevó a cabo hacia final del día una Eucaristía, que contó con tres locaciones donde se desarrollaron los ritos iniciales en la cruz del jardín, luego la liturgia de la palabra en el salón y finalizando con la liturgia eucarística en la capilla. En conjunto, se elaboró el árbol de la vida a modo de síntesis de lo orado durante todo el encuentro.
Agradecemos la disposición de todas y todos quienes participaron e hicieron parte del retiro, la apertura al compartir y la cercanía que pudimos vivir en cada uno de los momentos.